La inteligencia artificial (IA) es una tecnología clave de la digitalización. Hace tiempo que está presente en nuestra vida privada, por ejemplo, en forma de asistentes de voz. La IA también se está abriendo camino en las empresas. Algunas personas siguen esta evolución con una preocupación difusa. Sin embargo, un examen más detallado de las posibilidades tecnológicas revela que la inteligencia artificial ofrece incluso diversas oportunidades para cambiar nuestro mundo a mejor.
IA débil frente a IA fuerte
Para poder evaluar objetivamente las oportunidades y los posibles riesgos de la inteligencia artificial, es necesario entender dos formas: la IA débil y la fuerte. una IA débil acomete tareas claramente definidas por los humanos. Sin embargo, no puede desarrollar una comprensión profunda (similar a la humana) en cuanto a la resolución de problemas – y lo que es más: no tiene la capacidad de aprender de forma independiente en el sentido universal. Por otro lado, la IA fuerte, también llamada superinteligencia, se supone que puede alcanzar o incluso superar las capacidades intelectuales de los humanos.
Hasta la fecha, la IA fuerte es ciencia ficción. Los expertos discuten de forma controvertida cuándo y si puede hacerse realidad. Tampoco está claro hoy en día si los desarrollos correspondientes no se detendrían o restringirían por razones éticas. Así que, por el momento, la sociedad y las empresas sólo disponen de la IA débil. Ésta no actúa de acuerdo con sus propios conceptos morales, sino que se limita a seguir patrones inculcados. Por lo tanto, una IA débil nunca es responsable de un resultado. Sin embargo, la palabra débil no debe ser malinterpretada. Utilizada con sensatez, este tipo de inteligencia artificial puede influir positivamente en el mundo del trabajo, mejorando la eficacia de los procesos empresariales, en la vida privada y en muchos aspectos de la sociedad.
La IA libera al ser humano de los trabajos más rutinarios
La IA es una consecuencia lógica del creciente volumen de datos. En el caso de los humanos, la cantidad de información que podemos leer, oír, procesar y comprender al mismo tiempo es muy limitada. La inteligencia artificial nos lleva mucha ventaja en este sentido y los humanos podemos aprovechar esta tecnología de forma muy provechosa si lo hacemos de la forma adecuada – por ejemplo, por medio de soluciones de digitalización inteligentes.
El objetivo a largo plazo es liberar a las personas del trabajo rutinario, monótono e improductivo, para contar con más tiempo que dedicar a actividades creativas y con valor añadido. Para ello, CIB Group invierte mucho en investigación y desarrollo con inteligencia artificial. Como resultado de esta dedicación, la solución CIB deepER (deep learning extended recognition) reconoce los textos de documentos fotografiados y escaneados para digitalizar el contenido y hacerlo consultable. Gracias a su capacidad de autoaprendizaje, el algoritmo mejora en el reconocimiento de textos con cada corrección. La IA domina incluso los textos torcidos, distorsionados o verticales.
Soluciones como CIB deepER tienen un enorme potencial, sobre todo en sectores con gran cantidad de documentos, como el de los servicios financieros, los seguros o la administración pública. En estos sectores, los empleados reciben diariamente documentos por clasificar y compartir. Con la inteligencia artificial, estas subtareas pueden automatizarse en gran medida. Esto deja más tiempo para las tareas principales, como la atención al cliente o la resolución de procesos más complejos.
Protección de datos, inclusión y más
La IA puede aprovechar sus ventajas no sólo en los procesos basados en documentos. También es capaz de mejorar la protección de los datos personales: CIB PoP (Protect our Privacy).elimina, seudonimiza o anonimiza la información digna de protección de los documentos de forma completa y en cumplimiento del RGPD. Por ejemplo, datos como la edad, el sexo, la religión y la apariencia pueden eliminarse de los documentos de solicitud de empleo para que los departamentos de RRHH puedan tomar decisiones neutrales. Por supuesto, esto también beneficia a los solicitantes, que en este caso son evaluados exclusivamente en función de sus cualificaciones.
Además, CIB PoP es útil para la preparación de documentos para entrenar una IA. La solución no sólo elimina la información personal, sino que la sustituye por contenido contextualmente similar si es necesario. Después de este proceso, los textos del documento pueden utilizarse para el desarrollo y la formación de la IA sin violar el RGPD.
Simultáneamente, CIB trabaja en mejorar la accesibilidad de los documentos con la ayuda de la IA. Por ejemplo, el proveedor de software está investigando en la conversión automática de documentos no estructurados al estándar PDF/UA accesible. Otro campo de actividad es la superresolución, un proceso para mejorar la legibilidad de los documentos de baja calidad o resolución.
Conclusión: la IA tiene muchas ventajas
La gestión de documentos, los procesos empresariales, la protección de datos y la accesibilidad son sólo algunos ámbitos en los que la inteligencia artificial puede aportar mejoras significativas. Por cierto, esto se aplica a todos los participantes en el proceso. En primer lugar, las empresas y organizaciones consiguen claras ventajas gracias a las tareas rutinarias automatizadas, como una mayor velocidad de procesamiento y una menor tasa de errores. Pero los trabajadores también se benefician, ya que ahora pueden dedicarse a actividades más interesantes y significativas. Por último, pero no por ello menos importante, existe un valor añadido para la sociedad en su conjunto, siempre que la IA permita ahorrar tiempo, simplifique nuestra vida cotidiana, proteja nuestros datos, rompa barreras y promueva la inclusión.